Construida por Francisco Sabatini en 1775 para sustituir una puerta anterior, constituía la entrada a la ciudad desde el Paseo de la Florida. Constaba de un arco y dos postigos y estaba construida de granito y piedra caliza de Colmenar de Oreja. En la década de 1890 la puerta fue desmontada para mejorar el tráfico en la zona, perdiéndose la pista de sus restos. En 1990 se instaló un réplica en el mismo emplazamiento, aunque en posición inversa a la original.