Patrimonio urbano
Felipe II
Tu nota: Nota media: 3.0/5 Votaciones: 460
Comparte:   
Descripción
Titulo:
Felipe II
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1750 y 31 de Diciembre de 1750
Descripcion:
Pétreo (caliza y granito)
Altura: 2,93 x Anchura: 1,15 x Fondo: 0,92 m.
Jardines de Sabatini.

Figura colosal en pie del rey Felipe II vestido con coraza, camisa, gola y capa que se sujeta al hombro, lleva el cetro en su mano derecha con la que señala el escudo que sujeta con la mano izquierda y en el que aparece la figura en perfil y en bajo relieve de su mujer Ana de Austria. Descansa sobre pedestal simple con inscripción incisa y pintada: “FELIPE 2º / Mº Aº DE 1598”.
Tipo:
Escultura
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
Serie concebida por el fraile benedictino Padre Sarmiento entre 1750 y 1753 para la decoración exterior del Palacio Real y concretamente de la balaustrada corrida superior, atendiendo a los proyectos de Juvarra y Sacchetti. Fueron esculpidas ciento catorce estatuas, bajo la dirección de los escultores de S.M. Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, que se llegaron a colocar total o parcialmente, pues durante el reinado de Carlos III el arquitecto mayor Francisco Sabatini llevo a cabo su desmontaje y almacenamiento en el Palacio.

En 1842 fueron restauradas por Francisco Elías y José Tomás distribuyéndose por diferentes lugares, como la plaza de Oriente (cuarenta), el Parque del Retiro (trece), el Museo del Ejército y otras localidades como Aranjuez, Toledo, Burgos, Logroño y Vitoria. En 1943 ocho de las estatuas de reyes que estaban en la plaza de Oriente pasaron a los Jardines de Sabatini, proyectados en tiempos de la segunda República por el arquitecto Fernando García Mercadal donde estaban las antiguas caballerizas, y se instalaron alrededor del estanque que ordena el conjunto.

La figura representa a Felipe II, rey de España ente 1556 y 1598, soberano del Imperio más grande de su tiempo, en cuyos estados “nunca se ponía el sol”. Pese a que su reinado supuso el apogeo del poder español en Europa, también fue testigo de una serie de problemas que preludiaban la decadencia posterior. Hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, su preocupación por mantener el Imperio le llevó a casarse en cuatro ocasiones primero con María de Portugal, con la que tuvo al príncipe Carlos; al enviudar se casó con María Tudor, reina de Inglaterra, a su muerte con Isabel de Valois, de quien tuvo a las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, y finalmente con Ana de Austria en 1570 de quién nació su sucesor, Felipe III.

En 1555 recibió de su padre la soberanía de los Países Bajos y al año siguiente las Coronas de Castilla y León. Continuó las luchas mantenidas por sus predecesores contra Francia, por el control de Nápoles y el Milanesado, que finalmente terminó con la victoria en la batalla de San Quintín en 1557, en cuya memoria mandó construir el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. En la lucha contra los turcos por el dominio en el Mediterráneo, se creó la Liga Santa, integrada conjuntamente por España, Venecia, Génova y el Papado, que culminó con la victoria en la batalla de Lepanto en 1571 al mando de don Juan de Austria.

Las relaciones con Inglaterra se agravaron con la muerte de su mujer María Tudor y finalizó con la derrota en 1588 de la Armada Invencible, hecho que inició el declive de su poder. En 1597 cedió los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia, casada con el archiduque Alberto de Austria. Murió en el Monasterio de El Escorial en 13 de septiembre de 1598.
Mapa
Opiniones