Forma parte esta escultura de la serie concebida por el fraile benedictino Padre Sarmiento entre 1750 y 1753 para la decoración exterior del Palacio Real y concretamente de la balaustrada corrida superior, atendiendo a los proyectos de Juvarra y Sacchetti. Fueron esculpidas ciento catorce estatuas, bajo la dirección de los escultores de S.M. Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, que se llegaron a colocar total o parcialmente, pues durante el reinado de Carlos III el arquitecto mayor Francisco Sabatini llevo a cabo su desmontaje y almacenamiento en el Palacio.
En 1842 fueron restauradas por Francisco Elías y José Tomás, distribuyéndose por diferentes lugares, como la Plaza de Oriente (cuarenta), el Parque del Retiro (trece), el Museo del Ejército (seis) y otras localidades como Aranjuez, Toledo, Burgos, Logroño y Vitoria.
En este caso, la estatua pertenece a la serie del Parque del Retiro, traída aquí en 1847, y que hoy adorna su Paseo de la República Argentina o de las Estatuas, entre la Puerta de España y el Estanque Grande, colocada a ambos lados y diametralmente, como fruto de la reorganización de la misma en 1989. Si bien, como su número es impar, esta disposición ha dado lugar a la ubicación de un pedestal sin escultura al final de la calle, hacia el estanque, para mantener la simetría. En cualquier caso, este grupo no responde a un criterio lógico, pues se mezclan en él dinastías, reinos españoles y épocas sin orden.
A pesar del error de la asignación en los hasta ahora inventarios municipales, por las fechas indicadas la figura representa no a un conde sino al rey de León García I, hijo primogénito de Alfonso III y Jimena de Pamplona, quien habría de ocuparse activamente, tras su acceso al trono en el año 910, de la repoblación del Duero. Fundó el Convento de Dueñas y falleció tempranamente en La Rioja en el año 914.