Patrimonio urbano
Escudo de Madrid en piedra calle Segovia
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Descripción
Titulo:
Escudo de Madrid en piedra calle Segovia
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1650 y 31 de Diciembre de 1650
Descripcion:
Pétreo (granito gris)
Altura: 2.50 x Anchura: 1.50 x Fondo: 0.50 m.
Calle Segovia

Escudo tallado en piedra en altorrelieve incluido en un paño del mismo material, todo ello adaptado a una fachada lateral de un edificio nuevo. El escudo, con el oso rampante y el madroño, de Madrid, está coronado, todo ello enmarcado por falsa hornacina ciega, con dos pilastras laterales rematadas por pirámide y bola y con arco central.
Tipo:
Monumentos
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
En este lugar se encontraba la fuente de los Caños Viejos, que provenía de un antiguo viaje de agua con este nombre que recorría toda la calle Segovia y surtía a varias fuentes. Fue realizada con trazas de Diego Sillero, alarife de la Villa, aunque situada en la confluencia de la calle del Rollo y del Estudio de la Villa, luego fue trasladada a la posición actual por el cantero Pedro de Nares y el alarife Alonso Carrero.

Se dispuso adosada a la antigua Casa del Pastor al abrir la nueva calle de Segovia en 1588, en un muro de sillería de granito con las armas de Madrid, labradas en el siglo XVII, considerado el escudo más antiguo conservado de la capital.

En 1848 ya había desaparecido el pilón y la traída de aguas del Canal de Isabel II supuso su destrucción, aunque permaneció como recuerdo el antiguo muro de sillería y el escudo. La Casa del Pastor se mantuvo en pie hasta los años cuarenta del siglo pasado pero se arruinó, y en 1976 fue derribada preservando el muro con el escudo.

En 1990 se construyó en ese solar un nuevo edificio, denominado también Casa del Pastor, realizado por los arquitectos Francisco de Asís Cabrero, Carlos de Riaño y José Cabrero con proyecto de 1988, de tal forma que el muro y el escudo se integraron en el nuevo edificio.

El escudo de Madrid tiene su origen en la Edad Media: el oso refleja la existencia de este plantígrado en los campos madrileños, como múltiples documentos muestran; la introducción del árbol junto al oso se debe a un pleito con el cabildo, a partir del cual el Ayuntamiento de Madrid consigue los árboles y la caza mientras que los pastos pasan a la iglesia. Las estrellas son de más difícil atribución.
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