Se trata probablemente de un encargo de Felipe IV; representa la ciudad en una fecha próxima a mediados del siglo XVII, en la cual se aprecia la traza general del callejero y la representación de las fachada de los edificios orientados al mediodía: es pues una planta geométrica disfrazada de volumen.
La fortuna del plano, merced a su difusión de la mano de Ramón de Mesonero produjo su reedición en 1881, realizada por el Instituto Geográfico Nacional; de entonces a acá ha sido objeto de un sinnúmero de reediciones, debidas exclusivamente al Ayuntamiento de Madrid, como esta edición de 1944.