En el segundo tramo de la Gran Vía se construyeron fundamentalmente edificios de uso estrictamente comercial y de oficinas, sin incluir viviendas. Este es el caso de la Casa Matesanz, uno de los edificios más interesantes de esta calle. Magnífico ejemplo de la arquitectura de Antonio Palacios, fue destinado a tiendas, oficinas y despachos, siguiendo un esquema estructural y de distribución interior bastante similar a su obra de la calle Mayor número 4. Basamento, cuerpo principal y ático ordenan el edificio, destacando sus grandes miradores, tan característicos del arquitecto. Aquí estuvo el célebre café Spiedum.
En el documento adjunto se ofrece la documentación administrativa procedente de la tramitación de los permisos de obras del edificio, que incluyen los planos originales del mismo.