Apunte de la portada gótica del desaparecido Hospital de La Latina, situado en la calle de Toledo. La obra fue realizada durante su segunda estancia en Madrid y acusa los tientos de un joven Sorolla, aunque decantado ya abiertamente hacia la pintura al aire libre, en la que la luz tiene un protagonismo absoluto, aspectos que serán fundamentales en su producción posterior. El hospital fue derribado entre 1904 y 1907 conservándose sólo la portada, la escalera y los sepulcros de los fundadores. En 1960 la portada fue montada en los jardines de la Escuela Superior de Arquitectura de la Ciudad Universitaria.