Dorotea, la madre de Teresa (en el centro de la foto), con todas sus compañeras del Hipódromo: Insulina, Consuelo, Trini, Juana, Socorro y Alejandra. Cecilia está agachada porque «no quería salir en la foto». Eran las que limpiaban el Hipódromo. «Barrían las tribunas y cuando echaban la bayeta al suelo se les quedaba helada». Dorotea llegó a Madrid y se puso a servir con 14 años. Fue cocinera toda su vida y durante la guerra vivió con su familia en casa de los señores para los que trabajaba. «Eran tiempos muy difíciles», dice.