(Del árabe a-tabl: “tocar el tambor” o atabal) es un instrumento de origen oriental introducido en España por los musulmanes en el siglo VIII, que los usaban colgados en los camellos. En Europa fueron introducidos desde Hungría por los turcos como instrumentos de guerra, y se utilizaban colgados en los caballos. Los primeros estaban formados por una caldera semiesférica de metal con un agujero en el fondo para que pasara el aire, sobre la que se tensaba un parche de piel de ternera mediante un aro con tornillos. A estos se les dio posteriormente forma de T para cambiar la afinación del timbal rápidamente. Hoy en día se utilizan manivelas y pedales, y el parche es de piel o plástico. Existen diferentes tamaños de timbales y se tocan con una gran variedad de baquetas.