Conjunto formado por una escribanía incompleta, un tintero y un arenero. La primera, compuesta por una bandeja, un guardaplumas y dos tinteros cuyas tapas se rematan con bellotas, responde a la tendencia neoclásica de finales del siglo XVIII, en la que los maestros plateros se decantan por superficies lisas, jugando con los distintos volúmenes que conforman la estructura de la pieza. Aunque carece de marca personal de platero, la escribanía podría atribuirse al obrador madrileño de Urquiza o al de Vargas.
En cuanto al tintero y al arenero, presentan la marca del platero francés Juan de San Faurí, quien llegó a utilizar hasta cuatro marcas personales distintas. En este caso son las que emplea entre 1742 y 1754. El arenero o salvadera, con múltiples perforaciones en su parte superior, contenía la arena para secar la tinta. Ambos se caracterizan por la sencillez de las formas y la ausencia casi total de ornamentación. La presencia del escudo de la Villa, en la parte central del cuerpo, pone de manifiesto que se elaboraron para el Ayuntamiento de Madrid.
(Comentario del Catálogo de la exposición "Madrid 1808: Ciudad y Protagonistas")