Patrimonio urbano
Colegio Imperial
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Descripción
Titulo:
Colegio Imperial
Fecha:
1990
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ de Toledo, 39 (Instituto San Isidro)
Distrito: Centro
Colocada en el año 1990
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig

Comentario
En es lugar estuvo el COLEGIO IMPERIAL y otros centros de enseñanza donde en en el siglo XVI estudiaron grandes figuras e ingenios españoles

Este importante centro educativo surgió con motivo del establecimiento de la sede de la Corte española en Madrid. Fue fundado por la Compañía de Jesús en un sitio donado por el aya de Felipe II, Leonor Mascareñas en 1560, donde estuvieron las casas de los Vera en las que San Isidro abrió un pozo. En este lugar, hoy Colegiata de San Isidro, se celebró la primera misa con la asistencia de Felipe II el 25 de Enero de 1567 y, junto él, el Colegio de la Compañía de Jesús, abierto en 1572, del que fueron sus alumnos los madrileños Lope de Vega, Francisco de Quevedo y Pedro Calderón de la Barca.

En 1603 la propia hermana del rey Felipe II, la Emperatriz María, viuda del emperador de Alemania Maximiliano II, profesa en el Real Monasterio de las Descalzas Reales, testó a favor de la obra del Colegio de los Jesuitas y por ello fue llamado Colegio Imperial. Con su legado se construyó el Colegio de nueva planta absorbiendo la Real Academia de Matemáticas y los Estudios de la Villa.

En él se seguía la “Ratio Studiorum”, un proyecto de educación global que unía al latín y la filosofía, el teatro, el verso, la retórica, la esgrima y la danza.

El Colegio de la Compañía fue promocionado por Felipe IV para la formación de la nobleza como futura clase dirigente fundando Los Reales Estudios que permanecieron de 1625 hasta 1767. Se estudiaban “estudios mayores” que los componían 17 cátedras de ilustrísimo profesorado académico y científico abierto a las nuevas ideas y al espíritu ecléctico, añadiendo a las ciencias clásicas los conocimientos militares, de economía y política que trascendieron en todo el imperio español.

La decisión de Carlos III de expulsar a los Jesuitas en 1767 trasformó el Centro en una institución seglar llamada Los Reales estudios de San Isidro, ya que se había trasladado a su iglesia el cuerpo incorrupto del patrón.

Los Reales Estudios de San Isidro volvieron al gobierno de los jesuitas entre 1816 y 1834 –excepto el Trienio Liberal- y se convirtió en una institución laica a partir de 1835, adoptando el nombre de Estudios Nacionales, que más tarde se incorporaría a la Universidad Literaria de Madrid. En esta institución dio clases Nicolás Fernández de Moratín y estudiaron, entre otros, Pío Baroja, Jacinto Benavente o Vicente Aleixandre.
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