Descripción
Titulo:
Benito Pérez Galdós
Fecha:
1992
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Fomento, 17
Distrito: Centro
Colocada en el año 1992
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Centro
Colocada en el año 1992
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
En este lugar se alzaba hasta 1989 la vieja casa donde BENITO PÉREZ GALDÓS dirigíó "El Debate" por los años 1871-1873
Esta placa quiere recordar a Benito Pérez Galdós como director de El Debate y también al señero edificio dieciochesco que pereció en 1989, llevándose por delante el recuerdo de esta redacción y el de haber sido vivienda un siglo antes, de Nicolás y Leandro Fernández de Moratín.
La muerte de Prim fue para Galdós una gran pérdida no solo personal, sino política. Galdós fue un periodista jugoso que no perdía onda ni en la tribuna del Congreso ni en el decir de la calle.
Coincidió esta nueva etapa del periódico de total lealtad con Don Amadeo, con su traslado a esta dirección —proveniente de su emplazamiento en el Paseo de Recoletos— que fue hasta entonces la sede de la imprenta de Jacobo María Luengo.
La entrada de Amadeo de Saboya en Madrid trajo consigo a Benito Pérez Galdós el nombramiento de director de El Debate, diario gubernamental, que desapareció dos años más tarde, cuando Amadeo I dejó España para siempre. El periódico resurgiría en 1910 dirigido por un sacerdote y sería el germen de la enseñanza del periodismo.
Ortiz Armengol en su magna Vida de Galdós dice “el director de El Debate mantenía el tipo desde su puesto de dirección, y cuando después le preguntaban por esa época contestaba que ‘en aquel periódico fui redactor bastante tiempo, sus columnas están llenas de cosas mías. Hice innumerables artículos de política, de literatura, de arte, de critica’ o esta otra respuesta: ‘en El Debate escribí de todo’.
Esta placa quiere recordar a Benito Pérez Galdós como director de El Debate y también al señero edificio dieciochesco que pereció en 1989, llevándose por delante el recuerdo de esta redacción y el de haber sido vivienda un siglo antes, de Nicolás y Leandro Fernández de Moratín.
La muerte de Prim fue para Galdós una gran pérdida no solo personal, sino política. Galdós fue un periodista jugoso que no perdía onda ni en la tribuna del Congreso ni en el decir de la calle.
Coincidió esta nueva etapa del periódico de total lealtad con Don Amadeo, con su traslado a esta dirección —proveniente de su emplazamiento en el Paseo de Recoletos— que fue hasta entonces la sede de la imprenta de Jacobo María Luengo.
La entrada de Amadeo de Saboya en Madrid trajo consigo a Benito Pérez Galdós el nombramiento de director de El Debate, diario gubernamental, que desapareció dos años más tarde, cuando Amadeo I dejó España para siempre. El periódico resurgiría en 1910 dirigido por un sacerdote y sería el germen de la enseñanza del periodismo.
Ortiz Armengol en su magna Vida de Galdós dice “el director de El Debate mantenía el tipo desde su puesto de dirección, y cuando después le preguntaban por esa época contestaba que ‘en aquel periódico fui redactor bastante tiempo, sus columnas están llenas de cosas mías. Hice innumerables artículos de política, de literatura, de arte, de critica’ o esta otra respuesta: ‘en El Debate escribí de todo’.
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