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Descripción
Titulo:
Angel Sanz-Briz
Fecha:
1996
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Velázquez, 93
Distrito: Salamanca
Colocada en el año 1996
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Salamanca
Colocada en el año 1996
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
En esta casa vivió el embajador de España ÁNGEL SANZ-BRIZ que salvó del holocausto a miles de seres humanos en Budapest el año 1944.
Ángel Sanz Briz, siendo un diplomático de treinta años, fue destinado a la Legación Española en Budapest en 1944, donde entró en contacto con la práctica del holocausto nazi. Su compromiso heroico con los derechos humanos permitió que se salvaran entre cinco y seis mil judíos.
La embajada española no abandonó la ciudad, como sucedió con la mayoría de los países. Amparándose en un Real Decreto, promulgado por Primo de Ribera, en el que se reconocía el derecho a la nacionalidad española de los judíos sefardíes, expidió pasaportes provisionales a un ritmo de treinta cada hora, a todo aquel que pudiera demostrar su remota relación con nuestro país. Para los demás expidió salvoconductos con el escudo de España y numerosos sellos oficiales, que en realidad solo se basaba en una solicitud de ciudadanía española. Alquiló a su costa pisos refugio con la bandera española junto a unas etiquetas que indicaban que la persona era “aneja a la legación de España”. Los centros de Cruz Roja también solicitaron su protección.
El parlamento de Israel le concedió el titulo de “Justo de la Humanidad”, plantó un árbol en su honor y puso una placa con su homenaje en el Yad Vashen. En el barrio de Brooklyn, de Nueva York, existe una calle con su nombre.
Ángel Sanz Briz, siendo un diplomático de treinta años, fue destinado a la Legación Española en Budapest en 1944, donde entró en contacto con la práctica del holocausto nazi. Su compromiso heroico con los derechos humanos permitió que se salvaran entre cinco y seis mil judíos.
La embajada española no abandonó la ciudad, como sucedió con la mayoría de los países. Amparándose en un Real Decreto, promulgado por Primo de Ribera, en el que se reconocía el derecho a la nacionalidad española de los judíos sefardíes, expidió pasaportes provisionales a un ritmo de treinta cada hora, a todo aquel que pudiera demostrar su remota relación con nuestro país. Para los demás expidió salvoconductos con el escudo de España y numerosos sellos oficiales, que en realidad solo se basaba en una solicitud de ciudadanía española. Alquiló a su costa pisos refugio con la bandera española junto a unas etiquetas que indicaban que la persona era “aneja a la legación de España”. Los centros de Cruz Roja también solicitaron su protección.
El parlamento de Israel le concedió el titulo de “Justo de la Humanidad”, plantó un árbol en su honor y puso una placa con su homenaje en el Yad Vashen. En el barrio de Brooklyn, de Nueva York, existe una calle con su nombre.
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