Descripción
Titulo:
Carolina Prokófiev (Lina Codina)
Fecha:
2011
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Bárbara de Braganza, 4
Distrito: Centro
Colocada en el año 2011
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Centro
Colocada en el año 2011
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placa conmemorativa
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
En esta casa nació LINA PROKOFIEV (CAROLINA CODINA NEMISCAYA) 1897-1989, cantante y esposa del compositor Serguei Prokofiev
La cantante y madre de los dos hijos de Serguei Prokofiev, Carolina Codina Neminskaya, también conocida por Lina Prokofiev o Lina Codina, nació en Madrid en esta casa en 1897, aunque su padre, Juan Codina naciera en Barcelona y su madre, Olga Neminskaya, fuera rusa de ascendencia alsaciana y polaca. Ambos progenitores eran cantantes de ópera. La niñez y adolescencia de Lina transcurrieron en Nueva York, donde estudió lenguas –hablaba perfectamente más de seis-, danza y canto.
En 1918, un 10 de diciembre, conoció a Serguei Prokofiev tras un concierto ofrecido por éste en esa ciudad americana. Tras una relación llena de altibajos, se casaron en Ettal (Baviera) en octubre de 1923. Lina estaba embarazada de su primer hijo, Sviatoslav.
En 1936 regresaron juntos a Moscú, en virtud de una promesa del estado estalinista de reunir y aceptar a todos los rusos exilados del mundo. Dos años más tarde, Serguei conoció a Mira Mendelssohn, de quien se enamoró dejando a Lina en compañía de sus dos hijos.
En 1948, año en el que Serguei se casó con Mira, ya que el matrimonio con Lina no había sido inscrito en ningún consulado soviético, Carolina Codina fue detenida, acusada de espionaje y condenada a trabajar veinte años en un gulag. Tras el estalinismo, en 1956, el mismo día en el que murió Serguei, Lina Codina fue liberada. En 1974 abandonó la Unión Soviética, se instaló en Londres y creó una fundación para preservar el legado de su marido. Murió en esta ciudad en 1989.
Carolina Prokofiev fue una mujer de gran atractivo, que tuvo la oportunidad de conocer a muchas de las figuras más significativas del ámbito intelectual y artístico de su tiempo como fueron, entre otros, Picaso, Matisse, Goncharova, Ravel, Falla, Rachmaninov, Chaplin, Stanislavski, García Lorca, Cocó Chanel, Misia Sert o Diaguilev, como recuerda su biógrafa Valentina Chemberdjí.
La cantante y madre de los dos hijos de Serguei Prokofiev, Carolina Codina Neminskaya, también conocida por Lina Prokofiev o Lina Codina, nació en Madrid en esta casa en 1897, aunque su padre, Juan Codina naciera en Barcelona y su madre, Olga Neminskaya, fuera rusa de ascendencia alsaciana y polaca. Ambos progenitores eran cantantes de ópera. La niñez y adolescencia de Lina transcurrieron en Nueva York, donde estudió lenguas –hablaba perfectamente más de seis-, danza y canto.
En 1918, un 10 de diciembre, conoció a Serguei Prokofiev tras un concierto ofrecido por éste en esa ciudad americana. Tras una relación llena de altibajos, se casaron en Ettal (Baviera) en octubre de 1923. Lina estaba embarazada de su primer hijo, Sviatoslav.
En 1936 regresaron juntos a Moscú, en virtud de una promesa del estado estalinista de reunir y aceptar a todos los rusos exilados del mundo. Dos años más tarde, Serguei conoció a Mira Mendelssohn, de quien se enamoró dejando a Lina en compañía de sus dos hijos.
En 1948, año en el que Serguei se casó con Mira, ya que el matrimonio con Lina no había sido inscrito en ningún consulado soviético, Carolina Codina fue detenida, acusada de espionaje y condenada a trabajar veinte años en un gulag. Tras el estalinismo, en 1956, el mismo día en el que murió Serguei, Lina Codina fue liberada. En 1974 abandonó la Unión Soviética, se instaló en Londres y creó una fundación para preservar el legado de su marido. Murió en esta ciudad en 1989.
Carolina Prokofiev fue una mujer de gran atractivo, que tuvo la oportunidad de conocer a muchas de las figuras más significativas del ámbito intelectual y artístico de su tiempo como fueron, entre otros, Picaso, Matisse, Goncharova, Ravel, Falla, Rachmaninov, Chaplin, Stanislavski, García Lorca, Cocó Chanel, Misia Sert o Diaguilev, como recuerda su biógrafa Valentina Chemberdjí.
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