Cimón, condenado por el Senado romano a morir de hambre halló medio de alargar la vida en la piedad de su hija que le alimentaba a sus pechos. Sabido el caso, el Senado perdonó al padre conmovido por el ejemplo de amor filial.
En esta segunda etapa de la porcelana del Buen Retiro, los grupos escultóricos continúan con la tradición barroca de la etapa anterior, aunque su cromatismo se irá aligerando, llegando en los últimos años al bizcocho blanco, como es el caso de esta pieza.