La Montaña Artificial es una montaña artificial creada en el Parque del Retiro por orden del rey Fernando VII en el año 1815. Se halla en el parque del Retiro, en la entrada de la confluencia de la calle de O’Donnell y la avenida de Menéndez Pelayo. El objetivo de la montaña era cubrir con una bóveda, una noria, que se hundió al poco tiempo, y en la cima, un tragaluz, haciendo de mirador. La noria era la encargada de llevar el agua a la ría hasta el estanque donde se hallaba la denominada Montaña artificial.
También llamada Montaña de los Gatos, Montaña de los Osos o Montaña Rusa, por los animales que allí se encontraban y que era una expansión de la Casa de Fieras del Retiro. En la actualidad alberga una sala de exposiciones en su interior. En sus inmediaciones se encuentran las ruinas de la ermita de San Pelayo y San Isidro.