Descripción
Autor:
Titulo:
Ney
Fecha:
Anterior a 1844
Lugar:
Madrid
Descripcion:
"F. Perez lit.º -- Lit.ª de Perez y Donon / NEY."
Litografía
18 x 14 cm
Extraido del libro: Guerra de la Independencia : narración histórica [...] / por Miguel Agustin Príncipe
Litografía
18 x 14 cm
Extraido del libro: Guerra de la Independencia : narración histórica [...] / por Miguel Agustin Príncipe
Tipo:
Estampas
Signatura:
B 3760
Palabras Clave:
Comentario
Michel Ney (Saarlouis, 10 de enero de 1769 - París, 7 de diciembre de 1815). Hijo de un tonelero, se alistó en el ejército en 1787, comenzando una carrera meteórica: teniente en 1792, capitán en 1794, general de brigada en 1796. Tras triunfar en Suiza como diplomático, fue nombrado mariscal de campo en 1804. Seguidamente participa en las campañas de Austria y Prusia con gran éxito, que repetirá en la campaña de Rusia.
Ney es enviado a España en 1808, junto a su VI ejército, negándose a seguir las órdenes de José I por considerarlas militarmente erróneas; Napoleón le dará la razón. Junto a Masséna toma Ciudad Rodrigo y Côa, venciendo en la batalla de Buçao. Enfrentado a Soult, es llamado a París por Napoleón, con la sola intención de evitar conflictos entre su estado mayor.
Participó luego en la retirada de Rusia y en las batallas posteriores. Fue finalmente el encargado de entregar a Napoleón el ultimátum de los mariscales, que originó su exilio en la isla de Elba. Mantuvo sus cargos y prevendas durante el reinado de Luis XVIII, aunque siendo menospreciado en la Corte por su origen plebeyo. Mandado a detener a Napoleón tras la huida de éste de Elba, finalmente se pasa a su bando y participa en la batalla de Waterloo. Tras la derrota es juzgado por traición y condenado a morir fusilado.
Ney es enviado a España en 1808, junto a su VI ejército, negándose a seguir las órdenes de José I por considerarlas militarmente erróneas; Napoleón le dará la razón. Junto a Masséna toma Ciudad Rodrigo y Côa, venciendo en la batalla de Buçao. Enfrentado a Soult, es llamado a París por Napoleón, con la sola intención de evitar conflictos entre su estado mayor.
Participó luego en la retirada de Rusia y en las batallas posteriores. Fue finalmente el encargado de entregar a Napoleón el ultimátum de los mariscales, que originó su exilio en la isla de Elba. Mantuvo sus cargos y prevendas durante el reinado de Luis XVIII, aunque siendo menospreciado en la Corte por su origen plebeyo. Mandado a detener a Napoleón tras la huida de éste de Elba, finalmente se pasa a su bando y participa en la batalla de Waterloo. Tras la derrota es juzgado por traición y condenado a morir fusilado.
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