y de la iglesia de la Torrecilla, o de la parte exterior del conjunto, en la que se ve la Casa del Cura, que se utilizaba como escuela y en ocasiones como prisión para algún furtivo. Los cuadros que albergaba el templo, pintados por Salvador Maella, de la Inmaculada, San Antonio y San Francisco, junto con el resto de la ornamentación, se conservan en el Museo Municipal