Aquí la vemos unida a la cerca que rodeaba Madrid, cumpliendo con su función de regular el paso a la ciudad. Hay que hace notar que las cercas no tenían funciones defensivas ni militares de ninguna clase, sino de mero control urbanístico y para la inspección de las mercancías que entraban en la ciudad con fines meramente tributarios. En la imagen son visibles las grandes puertas de hierro que se cerraban a las diez en invierno y a las once en verano, aunque un retén permanecía en la puerta para dar paso a los rezagados en caso necesario. Vemos también los edificios que también diseño López Aguado (autor de la propia Puerta) que fueron demolidos a principios del siglo XX.