Los propios presos de la futura Cárcel de Carabanchel fueron los encargados de su construcción. Estaban alojados durante las obras en la Escuela de Reforma de Santa Rita. Los domingos recibían la visita de sus familiares, con los que hacían comidas campestres.
Publicada en: “Carabanchel un siglo de imágenes (1860-1960)” de José María Sánchez Molledo
Restaurada por: Alicia Álvarez Donate y Sonia Dorado Martín