En 1912 la Iglesia de San José sufrió grandes transformaciones en su fachada para alinearse a la calle de Alcalá y a los edificios que iban surgiendo a su alrededor. El arquitecto Juan Moya e Ídigoras la amplió hacia los lados y subió su altura. De esta forma se adecuaba a las proporciones de la nueva Casa del Cura, construida también en esas fechas y que sustituía a la que aparece en la imagen.