Obsérvese como, al fondo de la imagen, todavía no existen ni el cine Callao ni el edificio Carrión. Dice el artículo del que se extrae esta imagen: "La Gran Vía, ondulante y curvilínea, como una vieja madrileña, sobre la fría fachada de una ciudad puramente fabril, la torre neoyorkina de la Telefónica, y el Caballero de Gracia puede asomarse por el ventanal que da luz a la "divina Cena". Aquella torre es el poste gigantesco en que atan los hilos que nos ponen en comunicación con el mundo..."