Podemos leer en el libro
"¿Puede legalmente constituirse una sociedad en la que los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas obligaciones, se dediquen a los mismos oficios y tengan las mismas aspiraciones? Una sociedad cuyo fundamento legal sea éste, es una sociedad suicida. La mujer debe ser, no la rival del hombre, sino su compañera.
Pero ¿cómo debe educarse a la mujer para que sea una digna compañera del hombre? A la mujer hay que hacerla, ante todo, buena; su corazón debe ser modelado para las virtudes cívicas, inculcándole el sentimiento del honor y de la justicia, al par que la dulzura y el sacrificio; su voluntad para el bien debe ser robustecida, a fin de que sea dueña de sus propios actos; una voluntad débil o mal encaminada es el producto de una moralidad descuidada."