El autogiro fue inventado por Juan de la Cierva en 1920, quien desarrolló el rotor articulado que más tarde usaría Igor Sikorsky en sus helicópteros, pagando incluso la patente y los derechos de utilización al inventor. Los primeros modelos de autogiros de De la Cierva disponían de unas pequeñas alas que hacían la función de alerones para controlar el alabeo. El posterior nacimiento de los helicópteros propició el declive de los autogiros hasta su práctica desaparición.