María Cristina de Habsburgo se casó con el rey Alfonso XII el 29 de noviembre de 1879 en la madrileña basílica de Atocha, convirtiéndose en su segunda esposa, tras enviudar éste de María de las Mercedes de Orleans.
Dado que cuando falleció el soberano en 1885 se hallaba embarazada de un hijo que nacería póstumo, tuvo que asumir la regencia.
María Cristina se guió por la sensatez y el equilibrio en sus diecisiete años de regencia.