Cuando la actividad frenética de carga y descarga de los camiones finalizaba en el Mercado Central de Frutas y Verduras, era el momento en que niños y mujeres se acercaban para recoger del suelo lo que había caído. El autor de la fotografía nos relata las dificultades con las que se encontraba para captar con su cámara este tipo de imágenes ya que durante el franquismo retratar la miseria estaba prohibido.