El vestido blanco de piqué (con un cinturón rojo y un bolso a juego) que lleva Camino (a la derecha) se lo hizo su madrina, Lorenza. Camino la quería mucho y en el colegio siempre hacía una cosa para su madre y otra para ella. Era domingo, por eso iban tan guapas. Tenían un traje para cada día, lo que no era nada habitual. Iban a Pozuelo a bailar al aire libre. «No nos dejaban pero nos escapábamos». Bailaban rock, que «era lo más». Cuando llegaba a casa, se quitaba el maquillaje a escondidas. Camino sigue yendo a bailar dos días en semana.