La familia Tena retratada detrás de la fábrica de Catarineu donde hacían jabones. Al fondo se ve una parte de la chimenea. «Severiano nos regañaba siempre porque saltábamos para entrar a trabajar. ´¡Os vais a matar un día!´». Juana estuvo allí trabajando desde que tenía 14 años hasta que se casó con 17. La fábrica la cerraron en 1975.