Los vecinos de Aravaca solían trabajar en el Hipódromo, en el Club de Campo, en Los Polvorines y en el Instituto Llorente, un antiguo laboratorio que continúa ubicado en la carretera de El Pardo. En el Intituto Llorente trabajaron Modesta Joga y María Rodríguez , «porque solo cogían mujeres y estaban allí hasta que se casaban».