Arriba a la izquierda:
La figura que está sobre la maroma a de lebantar los braços i a de dançar sobre la maroma; el arlinquin a de dar bueltas alrededor.
Arriba a la derecha:
La figura de la tarasca a de menear el bra<;o con que rasca el bigulin
Sierpe lupina con un cuerno sobre el hocico. Para Roque Vázquez, en 1.200 reales. Tinta sepia; colores al agua. 28,5 X 35 cm.
Dice José María Bernáldez en "Las tarascas de Madrid" (1983): "La tarasca dibujada sobre un parche. Bajo él se adivina al trasluz un trono. Sentado allí un hombrón de expresión feroz, agresor; tocado y vestido de modo que recuerda al Enrique VIII de Holbein. Maneja un violín.
Resultaba así una composición semejante a la de 1674. Pero la acostumbrada figura femenina principal quedaba sin resalte. Por ello sustituyeron al hombrazo poniendo la tarasca violinista y el paje llevándole la cola (soberbia; vanidad).
A sus órdenes una funámbula y una tragasables. Llevan ropas de hombre, pero con los petos desabrochados de muy curiosa manera. La interpretación freudiana -en el sentido vulgar del término: Freud es mucho más que «eso»-parece imponerse."