La estampa del abanico corresponde a una copia del aguafuerte que realizó Tomás López Enguídanos en 1808. Entre los objetos de uso cotidiano utilizados para la representación de los hechos vinculados a la Guerra de la Independencia los abanicos demuestran ser un soporte eficaz en la difusión popular de las imágenes. De amplio alcance expositivo y precio asequible, en su fabricación se podían emplear materiales tan comunes como el papel, para realizar el país, y el hueso para elaborar las varillas. Era un objeto dotado de complejos códigos socioculturales y con una gran carga simbólica y sentimental.
(Comentario del Catálogo de la exposición "Madrid 1808: Ciudad y Protagonistas")