Bando dictado por el Corregidor de la Villa, Joaquín Vizcaíno, marqués viudo de Pontejos con motivo de la organización de Bailes de Máscara en los teatros madrileños con la finalidad de velar "por el decoro, comodidad y buen orden" de esta actividad "tan análoga a la cultura del vecindario de Madrid".
Entre las reglas impuestas figuran la prohibición absoluta de ir enmascarado u ocultar el rostro por la calle, "ni de día ni de noche", usar vestiduras de funcionarios públicos o de ministros de la Religión ni condecoraciones o insignias del estado. Tampoco es posible portar armas, bastones y espuelas con la excusa de complementar ningún disfraz.
Asimismo, dispone reglas de circulación para el buen acceso a los teatros y normas para la organización de los eventos incluyendo una que impone que en los salones de baile reine el decoro y la urbanidad y otra por la que se prohíbe fumar en el salón de baile o en los palcos, reservándose espacios dedicados a tal efecto.