Retrato de busto del rey Felipe II, representado próximo a la edad de 50 años, barbado y con amplias entradas, el cuello completamente cubierto por la gorguera. Apoya sobre una pequeña peana de jaspe.
Perteneció a la colección de don Diego Hurtado de Mendoza (H. 1503-1575), diplomático desterrado de la corte en 1568. La cronología establecida por el Museo del Prado en torno a 1574-1575 se basa en la semejanza con el retrato del rey pintado por Sofonisba Anguissola en 1565 y que fue retocado en 1573.