Funda de gafas con decoración costumbrista, una pareja de dos jóvenes majos bailando boleras. El uso de estos correctores se inició en el siglo XVIII y se amplió a lo largo de los siglos posteriores, siempre protegidas por fundas decoradas por su alto precio de adquisición.
(Comentario extraido del catálogo de la exposición "Madrid 1808: ciudad y protagonistas")