Descripción
Titulo:
Teófilo Gautier
Fecha:
1991
Lugar:
Madrid
Descripcion:
C/ Caballero de Gracia, 21
Distrito: Centro
Colocada en el año 1991
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Distrito: Centro
Colocada en el año 1991
Editor: Ayuntamiento de Madrid
Tipo:
Placas conmemorativas
Signatura:
s/sig
Palabras Clave:
Comentario
En torno a este lugar estuvo la Fonda de la Amistad donde el escritor TEÓFILO GAUTIER vivió en la Primavera de 1840.
El poeta y novelista Gautier vino a Madrid en la primavera de 1840 a un alojamiento esmerado en sus servicios y de buen precio. “…Fuimos a alojarnos cerca de la calle de Alcalá y del Prado, la calle de Caballero de Gracia, en la Fonda de la Amistad…”, según cuenta en su “Viaje por España”.
Este libro de viajes editado en 1845, junto a la obra de Mérimée, “Carmen”, o la llegada de la Escuela Bolera con los sones de la guitarra aumentaron en París un interés romántico por España como lugar exótico y castizo.
La ocupación de Gautier en Madrid fue deambular por sus calles, describir carteles, tipos y hacer comentarios de lo que encontraba de forma documentada y penetrante. Se sintió especialmente atraído por el mundo de los toros. En boca de uno de sus personajes de su obra “La maja y el torero”, donde un diestro sevillano se enamora de una maja madrileña, dice: “Se me ocurrió el capricho -dijo Andrés- de disfrazarme de Manolo para callejear por los barrios castizos y gustar del animado aspecto de las tabernas y los barrios populares, pues, como usted sabe, Feliciana, son de mi agrado, aunque admirador de la civilización, las clásicas costumbres españolas.”
El Madrid de 1840 es apasionado y romántico, un Madrid que como se ve muy bien en la maqueta de Gil de Palacio, que muestra el Museo Municipal, aún conservaba sus viejas cercas urbanas y estaba a punto de transformarse en una gran ciudad.
El poeta y novelista Gautier vino a Madrid en la primavera de 1840 a un alojamiento esmerado en sus servicios y de buen precio. “…Fuimos a alojarnos cerca de la calle de Alcalá y del Prado, la calle de Caballero de Gracia, en la Fonda de la Amistad…”, según cuenta en su “Viaje por España”.
Este libro de viajes editado en 1845, junto a la obra de Mérimée, “Carmen”, o la llegada de la Escuela Bolera con los sones de la guitarra aumentaron en París un interés romántico por España como lugar exótico y castizo.
La ocupación de Gautier en Madrid fue deambular por sus calles, describir carteles, tipos y hacer comentarios de lo que encontraba de forma documentada y penetrante. Se sintió especialmente atraído por el mundo de los toros. En boca de uno de sus personajes de su obra “La maja y el torero”, donde un diestro sevillano se enamora de una maja madrileña, dice: “Se me ocurrió el capricho -dijo Andrés- de disfrazarme de Manolo para callejear por los barrios castizos y gustar del animado aspecto de las tabernas y los barrios populares, pues, como usted sabe, Feliciana, son de mi agrado, aunque admirador de la civilización, las clásicas costumbres españolas.”
El Madrid de 1840 es apasionado y romántico, un Madrid que como se ve muy bien en la maqueta de Gil de Palacio, que muestra el Museo Municipal, aún conservaba sus viejas cercas urbanas y estaba a punto de transformarse en una gran ciudad.
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