Aquí estuvo la casa donde vivió y murió FRANCISCO SILVELA, político, historiador y hábil parlamentario (1843-1905)
Francisco Silvela fue un jurista y un político inteligente al que le acompañó la gracia de la locuacidad. Se habló de su verbo como de la daga florentina que llegaba al corazón de las cuestiones y evidenció con descaro las flaquezas de la oposición.
Nació el 15 de diciembre de 1843 en el nº 2 de la Plazuela de Santa María, en el segundo piso, frontero a la Iglesia del Santa María, en la calle Mayor, esquina a Bailen, donde fue bautizado. Fue hijo de un ministro de Gracia y Justicia y magistrado del Tribunal Supremo, y él siguió sus pasos: Francisco Silvela fue un abogado prodigio y oficial letrado del Consejo de Estado. Hizo una labor brillante de conferenciante en el Ateneo y mantuvo colaboraciones singulares en El Imparcial.
En 1863 empieza su carrera política como diputado de Unión Liberal y, desde entonces, se manifestó en diferentes legislaturas como diputado, mostrando su conocida clarividencia. Trabajó en el Código Civil y presentó un proyecto de Código Penal. Fue ministro de Gracia y Justicia en el gobierno de Martínez Campos. Fue presidente del Partido Conservador en 1898, después del atentado que le costó la vida a Canovas del Castillo, y Presidente del Consejo de Ministros al año siguiente, durante más de año y medio.
Fue académico de Real de la Lengua, de la de Bellas Artes, de la Historia y de Jurisprudencia y Legislación.
Se casó con la malagueña Amalia Loring, y vivió en un elegante palacete, que se encontraba en este lugar, hasta su muerte el 29 de mayo de 1905.