Marcos Téllez realiza un repertorio de los diferentes pasos de las seguidillas boleras, conformando una serie de seis estampas. Obra dotada con una fuerte carga castiza, recogiendo escenas de entretenimiento campestre de las clases populares en torno a 1800. Los orígenes de la seguidilla se remontan al siglo XV, fue muy popular en tiempo de Cervantes y en el siglo XVIII se incluía en la mayoría de las representaciones teatrales.
(Comentario del Catálogo de la exposición "Madrid 1808: Ciudad y Protagonistas")