Lo más valorado (2161)




Patrimonio urbano
Fuente de la Salud del Retiro
Tu nota: Nota media: 2.7/5 Votaciones: 313
Comparte:   
Descripción
Titulo:
Fuente de la Salud del Retiro
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1817 y 31 de Diciembre de 1817
Descripcion:
Pétreo.
Altura: 2,00 x Anchura: 4,60 x Fondo: 3,60 m.
Parque del Retiro.

Conserva este conjunto su carácter sencillo, aunque algo alterado por la ampliación del volumen edificado, la apertura de huecos y pérdida de componentes materiales. Consta de dos fuentes murales y opuestas con un solo depósito común, más las casas complementarias, una privada para uso real, hacia la calle de Alcalá, y otra pública, más simple, hacia el Estanque Grande.

La fuente mural y casa aneja del sector real se caracterizan por su aspecto rústico, si bien diferenciándose claramente en la composición y construcción, quedando la fuente a levante y adosada a ella la casa, de planta rectangular y un solo nivel, con sus paramentos encalados y cubierta con teja cerámica.

La fuente posterior se incluye en un volumen de planta trapezoidal, encalado, adosado a la fuente rústica y real, en su cara orientada hacia poniente. Se trata de un nicho en arco de medio punto, recogiendo un peldaño y vaso granítico, una placa cuadrada y pétrea con el caño y encima una lápida rectangular, que pudo llevar una inscripción, hoy ilegible.
Tipo:
Monumentos
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
La Fuente y Casa llamada de la Salud es uno de los caprichos que el rey Fernando VII promovió en el Reservado del Parque del Retiro, o zona que delimitó del uso público para su real disfrute y el de su familia, y que todavía se conserva.

Las obras se iniciaron hacia 1817, siendo nombrado director de este jardín romántico Bernardino Berogán, incluyéndose en él diferentes edificaciones proyectadas seguramente por el arquitecto real Isidro González Velázquez o por sus ayudantes.

Se sabe que ya existía este manantial en 1788 y que desde entonces se consideraban sus aguas con propiedades medicinales para el estómago y el riñón, por lo que solía verse su entorno inmediato bien concurrido de madrileños. Esta circunstancia se tuvo en cuenta en el proyecto fernandino, en el que se mantuvo un sólo depósito con dos fuentes murales, una privada y otra de consumo público.

Seguramente la fama de sus aguas propiciaría que hacia 1870, tras la cesión del Parque al Ayuntamiento, se levantara un quiosco público junto a ella, y no muy lejos el también establecimiento hostelero de la Casa de Vacas, donde se reunían todas las clase sociales en primavera.
Opiniones