Descripción
Autor:
Titulo:
Jarrones Paseo del Prado
Fecha:
ca. 1800
Descripcion:
Pétreo (caliza)
Paseo del Prado
Ocho jarrones de piedra caliza de Colmenar sobre pedestales de granito de terminación de barandillas o balaustradas. Se compone de peana con gallones, copa, que se decora en su parte superior con cuatro volutas corintias con hojas de acanto y caulículos, y tapa, asimismo gallonada.
Paseo del Prado
Ocho jarrones de piedra caliza de Colmenar sobre pedestales de granito de terminación de barandillas o balaustradas. Se compone de peana con gallones, copa, que se decora en su parte superior con cuatro volutas corintias con hojas de acanto y caulículos, y tapa, asimismo gallonada.
Tipo:
Monumentos
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n
Palabras Clave:
Comentario
Estos ocho jarrones de piedra caliza de Colmenar, soportados por dos motivos arquitectónicos como basamento corrido, tienen un carácter bien distinto, siendo los más próximos a la plaza de la Cibeles seguramente obra del siglo XVIII o comienzos del XIX, así como las piezas que componen su basamento, no así los más lejanos, que forman un conjunto simétrico pero de factura relativamente reciente.
Se disponen en 1952 por el arquitecto municipal Manuel Herrero Palacios con el fin de ornamentar los pedestales, balaustradas y bancos colocados en la ordenación del Paseo del Prado tras el cambio de ubicación de la fuente de la Cibeles en 1895 por López Sallaberry, posible autor de este trazado, y la construcción del Banco de España en 1891; se trataba de ofrecer una entrada digna a este importante paseo, para lo cual se introdujeron esta serie de piezas arquitectónicas –balaustradas, bancos, muros, pedestales, etc.- que creaban los espacios de acceso del Salón del Prado, de evidente similitud formal con el edificio bancario, que se ornaron con dichos jarrones tras retrasar siete metros su posición y conseguir una acera más ancha.
Se disponen en 1952 por el arquitecto municipal Manuel Herrero Palacios con el fin de ornamentar los pedestales, balaustradas y bancos colocados en la ordenación del Paseo del Prado tras el cambio de ubicación de la fuente de la Cibeles en 1895 por López Sallaberry, posible autor de este trazado, y la construcción del Banco de España en 1891; se trataba de ofrecer una entrada digna a este importante paseo, para lo cual se introdujeron esta serie de piezas arquitectónicas –balaustradas, bancos, muros, pedestales, etc.- que creaban los espacios de acceso del Salón del Prado, de evidente similitud formal con el edificio bancario, que se ornaron con dichos jarrones tras retrasar siete metros su posición y conseguir una acera más ancha.
Opiniones
