Patrimonio urbano
Suintila
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Descripción
Titulo:
Suintila
Fecha:
Entre 1 de Enero de 1750 y 31 de Diciembre de 1750
Descripcion:
Pétreo (caliza y granito)
Altura: 2,83 x Anchura: 1,57 x Fondo: 0,87 m.
Plaza de Oriente

Figura completa y colosal del rey visigodo, con cetro en la mano derecha, mientras con la izquierda sujeta el escudo, en el cual figura el relieve en perfil de una mujer. Está realizado todo ello en piedra caliza. Se sitúa sobre una basa cuadrada del mismo material, en la que se indica con inscripción incisa pintada de negro: “SUINTILA / Mº Aº. DE 633”.
Tipo:
Escultura
Signatura:
s/sig
Núm Inventario:
s/n

Comentario
Serie concebida por el fraile benedictino Padre Sarmiento entre 1750 y 1753 para la decoración exterior del Palacio Real y concretamente de la balaustrada corrida superior, atendiendo a los proyectos de Juvarra y Sacchetti. Fueron esculpidas ciento catorce estatuas, bajo la dirección de los escultores de S.M. Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, que se llegaron a colocar total o parcialmente, pues durante el reinado de Carlos III el arquitecto mayor Francisco Sabatini llevo a cabo su desmontaje y almacenamiento en el Palacio.

En 1842 fueron restauradas por Francisco Elías y José Tomás distribuyéndose por diferentes lugares, como la Plaza de Oriente de Madrid (cuarenta), el Parque del Retiro (trece), el Museo del Ejército y otras localidades, como Aranjuez, Toledo, Burgos, Logroño y Vitoria.

En este caso, la estatua pertenece a la serie del Palacio Real, instalada en la Plaza de Oriente en un principio en círculo, alrededor de la estatua de Felipe IV, si bien en 1941 se trasladaron a su actual ubicación. Como en las demás series, este grupo no responde a ningún criterio lógico, pues se mezclan en él dinastías, reinos españoles y épocas sin orden.

Suintila, rey visigodo de Toledo, accedió al trono el año 621, tras el breve reinado de Recaredo II. Expulsó a los bizantinos con lo que consiguió dominar toda la Península, pero al intentar convertir la monarquía en hereditaria chocó contra la oposición de la nobleza y el alto clero, por lo que fue derrocado diez años después.
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