Imagen del interior de la Cárcel de Carabanchel. La cárcel fue construída con muros de 6 metros de altura que separaban a los presos del resto de la sociedad. Otras medidas de seguridad empleadas para evitar la fuga de los presos eran las torres de vigilancia, desde las cuales los guardias controlaban cada uno de los patios de la misma, y los alambres de espino, que se situaban en la parte superior de los muros.