Aquí vivió y murió JOSEFINA CARABIAS (1908 – 1980) periodista y escritora.
La que fuera corresponsal en Washington y París, cronista, locutora escritora y abogada, Josefina Carabias, nace en Arenas de San Pedro (Ávila) en 1908. Estudia bachillerato por decisión propia, ya que en su época, no estaba bien visto que las mujeres lo cursaran. Se traslada a Madrid para examinarse y se aloja en la Residencia de Señoritas, que dirigía María de Maeztu. Cuando estaba a punto de presentarse a las pruebas para convertirse en Registradora de la Propiedad, la revista “Estampa” le pide una entrevista a la recién nombrada directora de prisiones, Victoria Kent, que se negaba a hablar con la prensa. Sin embargo, Josefina Carabias lo consiguió. Era abril de 1931. También en el mes de abril, pero cinco años más tarde, la que ya era una cronista conocida en Madrid –entre otras anécdotas se hizo emplear en el Hotel Palace para escribir una serie de crónicas: “Ocho días de camarera en un Hotel de Madrid”- se casa con José Rico Godoy. Tras el Golpe de Estado contra la República, la pareja de recién casados se traslada a Francia, país del que sólo regresará en 1942 y, en 1948, reanudará su actividad periodística.
En 1952 Prensa Española le concede el Premio Luca de Tena y un año más tarde –debido a su popularidad como reportera y cronista- es enviada como corresponsal a Washington por los diarios “Informaciones” de Madrid, “Noticiero Universal” de Barcelona y “Gaceta del Norte” de Bilbao.
En 1959 regresa a la península y vuelve a ser contratada por el diario “Ya” como corresponsal en París, de donde regresó en la segunda mitad de los años sesenta.
Desde entonces hasta su muerte mantuvo su colaboración con los medios de prensa, especialmente con los diarios “ABC” y “Ya”.
Josefina Carabia ha publicado numerosos libros de crónicas periodísticas como “Los alemanes en Francia vistos por una española” (1944), “La mujer en el fútbol” (1950), “Miguel de Cervantes, el autor del más famosos de los libros” (1952), “Santa Teresa de Jesús, la más risueña de las santas” (1954) y “Azaña. Los que le llamábamos Don Manuel” (1980), entre otros. También es autora de narraciones como “Por nacer tarde” (1932) y De oro y azul” (1954), y una obra de teatro. “Sucedió como en el cine” (1950). Sin embargo, es su labor de cronista entusiasta, valiente, directa, original y divertida, que conocía y dominaba todos los géneros periodísticos, lo que le hará famosa y le será reconocido históricamente.