En Italia, la imprenta había sido introducida por extranjeros, antes en Roma que en Venecia, donde ya en 1481 la actividad de los talleres se encontraba en manos italianas, llegando a alcanzar un florecimiento mayor que el de cualquier otra ciudad europea. Las relaciones histórico-políticas, culturales y comerciales con España favorecieron la difusión de libros venecianos entre los humanistas españoles, especialmente obras de clásicos griegos y latinos y temas de Jurisprudencia o Patrística, escritos en latín. Cinco ejemplares de otros tantos impresores venecianos se conservan en la Biblioteca, todos de contenido religioso excepto uno científico de materia médica: Articella seu Opus artis medicinae ( I 182).
Comentario extraído del Catálogo de incunables y obras del Siglo XVI de la Biblioteca Histórica Municipal.