En este edificio intervino José López Sallaberry, uno de los arquitectos que dirigieron las obras de la Gran Vía. Realizó el proyecto en colaboración con Teodoro Anasagasti.
El edificio se construyó para el Marqués de Fontalba que mandó levantar un conjunto de tres edificios formado por dos casas laterales y un teatro, que quedaría en la zona central.
En 1954 se derribó el teatro, siendo el primer edificio que desapareció de la Gran Vía, y en su lugar se construyó una entidad bancaria.
En el documento adjunto se ofrece la documentación administrativa procedente de la tramitación de los permisos de obras del edificio, que incluyen los planos originales del mismo.