A pesar de ser ya del dominio público los planes de urbanización de la zona, llegaban al Ayuntamiento solicitudes de construcción de edificios en solares de inmuebles ya derribados en virtud del primer proyecto de reforma y ampliación de la calle de Preciados de 1862. Es el caso de este expediente promovido por Antonio Galindo para la construcción de un precioso cinematógrafo en la plaza del Callao que no logró el visto bueno de las autoridades municipales, por lo que no fue construido. Finalmente en este solar se construiría en 1911 el teatro Gran Vía que solamente sobrevivió 9 años.