Los aires neoyorquinos nos traen novedades hasta ahora nunca vistas como es el caso de los bares automáticos, establecimientos de autoservicio que comienzan a proliferar en Madrid. En la avenida Pi y Margall nº 11, hoy Gran Vía 33, el arquitecto Alberto López de Asiaín diseña un bar de estas características, el Bar Tánger, desaparecido en la actualidad.
A la derecha se observan los compartimentos donde los cocineros introducían los diferentes platos y bebidas a los que los clientes accedían tras introducir unas monedas.