La joyería Perera se instaló en Conde de Peñalver 21 y 23 (Gran Vía 6) en octubre de 1919. Según se lee en la noticia de prensa que acompaña esta imagen "El interior de la elegante joyería está decorado artísticamente y con un severo buen gusto, muy en armonía con el objeto a que se destina. Artísticas vitrinas, donde se exponen joyas magníficas de una riqueza fabulosa, completan el decorado."