El Pabellón para reconocimiento y venta de carnes y laboratorio se encontraba cerca del Edifico del Reloj y según cuenta Luis Bellido en su publicación "El nuevo Matadero y Mercado de Ganados" (1918), se encontraba próximo a la entrada principal "para facilitar el acceso del público al despacho de venta de carnes esterilizadas, y al fielato o inspección sanitaria, por la intervención que ésta debe tener en los géneros que han de ser reconocidos en el edificio".