Convocada por la UGT y el Partido Socialista Obrero Español (también en algunos lugares por la CNT), se considera a la de 1917 como la primera huelga general celebrada en España. Se pedían reformas laborales (salarios, precios) y políticas. La huelga fue ampliamente respaldada en casi todo el país. Pero la detención del comité de huelga madrileño y la represión del ejército la hizo fracasar. El saldo fue de unos 2.000 obreros detenidos y 73 fallecidos.
Fue uno de los tres grandes conflicto que que tuvo que abordar el Gobierno español de ese año junto con el problema con el ejército representado por Las Juntas Militares, un grupo de presión militar sobre el poder civil que intervino activamente en la vida política, contribuyendo así a la crisis del régimen de la Restauración, y el problema político suscitado por la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona que pedían la autonomía para Cataluña y unas Cortes Constituyentes para reformar el Estado, aunque finalmente la convocatoria fue prohibida por el Gobierno y disuelta por el gobernador civil.
No obstante, el Gobierno quedó seriamente debilitado como consecuencia del triple conflicto. Y se puso en evidencia la creciente descomposición del sistema de la Restauración.