Desde el último tercio del siglo XIX el solar que hoy alberga el Edificio de Correos y Comunicaciones, y por lo tanto el actual Ayuntamiento de Madrid, fue ocupado por los Jardines del Buen Retiro, un espacio dedicado al esparcimiento público que contaba con diversas atracciones, como circos, merenderos, kioscos de música, etc.
En 1908, ya en sus momentos de vida, se ofreció a los ciudadanos una nueva atracción “El “Toboggan” escrito con dos ges, que vemos al fono de esta imagen. Los periódicos de la época lo describen así:
“Consiste en abandonarse una persona colocada en un plano inclinado a la fuerza de una pendiente, que baja caracoleando desde una regular altura”
“Por ella se han deslizado elegantes y bellas señoritas de lo más selecto de la buena sociedad madrileña, que se habían dado cita en la explanada en que se alza el artístico aparato. La concurrencia numerosísima. Una banda de música amenizó el acto. Auguramos a la empresa seguro éxito, pues la emoción del espectáculo ha de atraer a los amantes del sport”.
Cada viaje costaba 15 céntimos, el precio de un periódico más o menos, aunque siempre podías adquirir un bono de 10 viajes por una peseta.